No soy nadie

IMGP0083-compressor
Una sombra

–Cuentáme. ¿Ya has terminado la novela?– Manolo y yo charlamos en una plaza cuyo nombre siempre olvido. Para citarlo allí, he tenido que mencionar el teatro romano cercano, desvelado a los ojos del público gracias a un proyecto de construcción. Le ha bastado esa única pregunta para conseguir que le cuente todo lo ocurrido en los últimos meses. Hablo del despido como un paso necesario para escribir mi novela sobre el hammam. Manolo escucha atento y ensortija mi discurso con exclamaciones de júbilo. Su carácter entusiasta me ayuda a retirar mi escudo. Cree que exagero cuando aseguro que nunca habría terminado el libro si no me hubiera quedado sin trabajo. Intento explicarle mi plena dedicación emocional. No se trata de escribir todo el tiempo, sino de tenerlo siempre en la cabeza. Esa es la clave. Manolo sonríe y por momentos deja de escucharme para observar mis gestos. Sonríe ante mi apasionado discurso y me felicita por la satisfacción que sentí al terminar, cuando supe que había soltado lo que llevaba dentro.

La charla se alarga hasta que nos echan de la terraza. Camino de su casa, sigo hablando sin parar y me doy cuenta de lo impermeable que he sido con los demás. Al llegar al salón, le muestro uno de los sobres listos para enviar. –Mira, la portada la ha hecho un amigo. –¿Puedo leerlo? –No, eso solo para los ojos de los editores. –¿Por qué? –No quiero poner en riesgo nuestra amistad. Si te entregara el manuscrito, de entrada esperaría que lo leyeras de inmediato, en uno o dos días. Y no soportaría que me hicieras comentarios negativos. Hay reflexiones íntimas. Es mejor dárselo a un desconocido. –Pero el día que te publiquen, lo tendrá cualquier en sus manos. –Sí, pero la ilusión de verme en una librería me dará fuerzas para aguantar lo que me echen. –Está bien. ¿Y a qué esperas para enviarlo a las editoriales? –Ya lo he hecho. Tengo claro el sitio ideal en el que me gustaría que estuviera mi Meshi shughlek. Junto a mis escritores marroquíes favoritos. ¿Conoces a Choukri? –No. –Recuérdame que te preste “El pan a secas”.

img_20170301_120317-compressor-e1525338569348.jpg
Un nombre

–¿Y qué te han dicho? ­Aún nada. Los primeros días miraba el teléfono continuamente, esperando que me llamaran. La semana pasada por fin les contacté. –¿Y qué ocurrió? –No lo había leído, pero al menos sabía de qué le hablaba. Bendita caligrafía árabe. Ahora estoy desahogado, me dice, no tardaré en revisarlo. En un día, pienso, y me suelta que quizás lo acabe en un par de meses. –¡Menudo chasco! –Exacto, pero lo peor vino después. Quiere saber sobre mi vida y se la cuento inocentemente, sin comprender lo que estaba buscando. “¿Has publicado algún libro?, ¿escribes en algún periódico?, ¿semanario?, ¿revista?, ¿conoces a algún escritor famoso que pueda hacer un prólogo?” Cuanto más me preguntaba, más me hundían mis noes. Te parecerá una obviedad, pero necesité aquella conversación para darme cuenta de no ser nadie. Ni pertenezco a ese mundo, ni soy alguien popular. ¿Por qué iban a publicarme a mí? No es tan sencillo como me imaginaba. –Los comienzos son duros.

img_20171106_083122-compressor.jpg
Un reflejo

–Toquitea una de las copias, a ver si me da suerte. ¿Sabes lo que es la baraka? La portada la ha hecho un amigo. Y esto es un dosier con la sinopsis y mi biografía. –Déjame leerlo. –Está bien, pero pon música para distraerme. ¿Queda sobrasada?– Canturreo para controlar mis nervios y me convenzo de no querer que nadie cercano tenga el manuscrito por el momento. Se forma un nudo en el estómago solo de pensarlo. Me avisa desde el salón. No puedo evitar pedirle un comentario. –¿La verdad? El resumen me ha dado ganas de leer la novela. Pero la biografía no me gusta. Le falta la pasión que mostrabas antes en el café. Revísalo. He tenido una idea. ¿Por qué no haces como nosotros? En los conciertos de los “Smoke banana” regalamos discos de promoción. Así nos damos a conocer y nos salen más bolos. –Pero yo no hago música. No voy a ir por la calle entregando trozos de mi novela. –Podrías abrir un blog y contar cómo la has escrito. –O hablar de Marruecos. –Yo lo leería. Y otros también. –No sé, Manolo, no me veo con un blog. –Hace un rato te quejabas de no existir. Así mejorará tu respuesta cuando un editor te pregunte dónde has publicado. Quedarse de brazos cruzados siempre es la peor opción.

Todas las entradas dedicadas a la escritura de mi primera novela se encuentran en la pestaña No es asunto tuyo dentro de la sección El escriba.

Tiempo rememorado: 7 de mayo de 2017

18 respuestas a “No soy nadie

Add yours

  1. Hola alberto,
    Vengo desde mi blog El Rincón de Keren , yaa que me dejaste un comentario. No he podido evitar tener que conocer tu blog. Me dejaste intrigada. Y esta es la primera entrada que leo de tu blog. Yo, no sé si escribiría un libro pero tengo claro que, no lo haría perfecto porque tendría que ver cómo funciona la dinámica de este proceso tan largo y laborioso. Respecto a ¨Ser alguien¨ yo creo que desde el momento en que nacemos ya somos. Quizás es un poco espiritual pero creo que decir o querer ser alguien es una etiqueta que nos encasilla y nos secuestra vendándonos los ojos para no ver la verdadera realidad. Por cierto, este es mi blog complementario. En wordpress.

    Me gusta

    1. Hola K,
      gracias por tus palabras. Me gustaría estar al cien por cien de acuerdo con lo que dices, pero la realidad es que si de verdad «fuera alguien», quizás ya tendría mi libro en las estanterías o me estarían llamando del Ministerio. Es un decir.
      Ahora soy yo el que se queda intrigado y tendré que visitar tu segundo blog.
      Que tengas un buen día.

      Me gusta

  2. Hola Alberto

    Yo tengo un blog de cuentos, pero nunca me he planteado publicar en papel. Lo que sí tengo claro es que si alguien me animara a hacerlo sería porque le habrían gustado mis ‘cuentos digitales’.

    No hay que menospreciar un blog. Un blog se puede llegar a convertir en cualquier otra cosa.

    Un abrazo

    Me gusta

    1. «Un blog se puede llegar a convertir en cualquier otra cosa».
      Tomo nota cuidadosamente de tu apreciación. Lo tendré en cuenta.
      Gracias por tu asiduidad en el blog.

      Me gusta

  3. Grande Albertooo!! Creo que que lo comenté no fue tan elocuente como lo que relatas… jajaja
    Eso sí, la sobrasada y lo de los Smoke Banana es verídico!!
    Un abrazo y mucha suerte!!
    Manolo

    Me gusta

    1. Creo que fuiste mucho más elocuente de lo que he reflejado. Y seguro que más apasionado. Tanto que aquí estamos hablando a través del blog que plantaste en mi cabeza.
      Solo lamento no haber mencionado que sonaba «De viaje» mientras hablábamos.
      Las charlas con sobrasada son siente un placer.
      Un fuerte abrazo.
      Mrteh

      Me gusta

  4. Alberto, dale un poco al coco. No sé exactamente cuánta gente te apoyó para que ganaras el premio por la bitácora, pero sí sospecho, aunque quizá me equivoque, que es la suficiente para que te den un empujón de una u otra forma, si es que no quieres depender de empresas que lo devoran todo.

    Te reconozco que yo, de momento, ni lo voy a comprar, ni lo voy a leer. De momento, pero tampoco quiero que se quede sin publicar. Hay mucha gente que solo ha necesitado ese empujón de sus conocidos y amigos. Y por lo poco que te conozco, creo que no me equivoco si te digo que puedes optar por alternativas, siempre sin garantías, acéptalo, pero con más probabilidades que otros. Tendrás que darle al coco e investigar porque la verdad es que yo solo sé que se puede hacer pero no sé cómo.

    Me gusta

    1. Muchas gracias, Carlos, por tu mensajes cargado de sinceridad, ánimos y empujones para que siga adelante.
      Así me encuentro, buscando las alternativas que pueda mover yo mismo.
      Un abrazo.

      Me gusta

  5. Ojalá llegue pronto esa llamada de teléfono editorial. Te lo deseo, de verdad, con todo mi corazón.
    Yo estoy deseando leer la novela

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Blog de WordPress.com.

Subir ↑