Mi nombre es Alberto, soy el quinto de una familia de seis hijos de padre fontanero y madre ama de casa. Completé mis estudios primarios y secundarios en Soria luchando por conseguir unos resultados que justificaran salir a una universidad fuera de mi ciudad. Los veranos de mi adolescencia los dediqué a ver el mayor número de películas clásicas de las que disponía la biblioteca pública ya que ansiaba convertirme en director de cine. A pesar de las dificultades económicas, pude estudiar Ingeniería Industrial en la Universidad de Zaragoza. En los periodos estivales trabajé puntualmente limpiando cristales, cuidando niños y recogiendo carcasas a los pies de una inyectora de plástico. A partir del cuarto curso mi entorno se llenó de extranjeros, sobre todo italianos, que estaban de Erasmus y se disparó mi interés por viajar fuera, realizando el último curso de mis estudios en Suecia en la ciudad de Göteborg.
A mi regreso a España y a pesar de desear trabajar en otro país, fui contratado como ingeniero en una empresa auxiliar del sector de la automoción en la provincia de Soria, donde estuve durante más de ocho años. Nunca llegué a sentirme cómodo allí, la ciudad me resultaba poco motivadora, pero disfruté de ese tiempo que me permitió desarrollarme profesionalmente, viajar a menudo a otros países y apasionarme por los idiomas, estudiando alemán, francés e italiano. Fue una época en la que sentí que se normalizaba mi vida, aprendí a nadar, viajé en vacaciones y tuve mis primeras relaciones sentimentales. Me apunté a un curso de árabe que me resultó fascinante, inaugurando un enorme interés por Marruecos y su cultura a todos los niveles.

Me mudé a la provincia de Jaén para comenzar una nueva oportunidad laboral en otra empresa de automoción. La estancia fue breve y poco satisfactoria, tanto en lo personal como en lo profesional. Se trató sin duda tan solo (como si fuera poco) de un año bisagra del que salí con un nuevo objetivo: mudarme a Marruecos. Por fortuna pude encontrar trabajo allí como ingeniero en una empresa en Kenitra, a cuarenta quilómetros de Rabat. Durante tres años estuve en dicha fábrica, aprovechando cada momento libre para viajar por cada rincón de Marruecos, sintiendo que por fin había encontrado mi sitio en el mundo.
Desde niño siempre he estado leyendo algún libro, encontrándome con autores que han sido influencia vital. De adolescente devoré En el camino de Jack Kerouac, soñando con ser uno de esos chavales, y a escondidas leí Santa María de las flores de Jean Genet, sintiendo que no estaba solo en el mundo. De joven, navegué por las novelas de William Faulkner fascinado por su capacidad de hacer sentir que algo terrible estaba ocurriendo. Albert Camus me enseñó a ser mejor persona, o eso espero. Al interesarme por Marruecos conocí a distintos autores relacionados con ese país, desde Paul Bowles, al que recuerdo cada vez que visito Fez, hasta Rachid O. y Abdellah Taia, escritores con los que sentí gran afinidad, sin olvidar a Mohamed Mrabet, que me divirtió con su vitalista actitud y sobre todo a Mohamed Choukri, cuya sola lectura del primer capítulo de El pan a secas me pareció motivo suficiente para vivir en Marruecos. Y por encima de todos, Henry Miller, influencia en la forma de respirar la vida. Cada vez que leo algo de él, sé que haré alguna locura bajo en efecto embriagador de sus palabras.

La relación profesional se rompió por falta de entendimiento acerca de un traslado en noviembre de 2016. El primer impulso fue el de buscar trabajo de nuevo, pero he decidido tomarme un año sabático para dedicarlo a lo que siempre he querido hacer, pero para lo que nunca encuentro tiempo. Me enfocaré en terminar la novela sobre la que llevaba meses tomando notas acerca del hammam marroquí y he adoptado un nuevo apellido que refleja mi sentimiento en Marruecos, Alberto Mrteh, mrteh significa a gusto. No es un nombre artístico, es un nuevo nombre para una nueva persona. Esta es la breve historia de mi transformación.
Estimado Alberto te debo tirar de las orejas…..no puedes escribir mas en tu Blog con el mismo temario.?…tus vivencias en ese pais y la cultura Marroqui…me quedo un poco perplejo cuando mezclas escritores tan dispares como de Mohamed Choukri, a Henri Miller . no es critica es extrañeza. Saludos.
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Tírame de las orejas lo que quieras. El zoco del escriba es un banco de pruebas, así que unas veces acierto más y otras menos. De todos modos, encuentro que entre Henry Miller y Mohamed Chukri no hay tanta diferencia. Tengo otras entradas que aún te deberían chocar más, como fue la que le dediqué Houellebecq. Un saludo
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Salam Alaykum
Labass?
Ki dayer?
.. desperté y mientras tomaba mi desayuno tenía entre mis manos mi teléfono para acompañarme y retomar mis lecturas realizadas ayer y..crucé contigo y vuestro blog al que me dije:maktub!
debía leerte y escribirte!
Magnifico cuando Marruecos nos transforma cierto? Transito por esta preciosa Cultura hace mucho tiempo “una larga historia”
Un placer haber sabido de tí, tu existencia y sabiduria en estas arenas, me encantaría continuar en contacto contigo Inshallah
N tmania lik nhar mizian!
Thala!
lāh ibarāk fīk
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Muchísimas gracias Aminah por tu comentario. Me alegro mucho de que te hayas topado con el zoco por casualidad. Eres siempre bienvenida por aquí.
En realidad estoy lejos de ser un sabio, me limito a contar mis experiencias, en el mejor de los casos soy honesto.
Un abrazo.
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Hola. Muchas gracias por tu visita en mi blog🙏
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Ha sido un placer. Gracias por devolverme la visita.
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He aceptado tu invitación y solo queda que decirte que voy a “pasear” por el El zoco del Escríba por que me parece muy interesante.
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Muchísimas gracias por tus palabras Manolo. El placer es mutuo.
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Me ha encantado la historia de tu transformación y creo que no podías haber elegido un nombre más apropiado. Comparto contigo que nunca he sido tan feliz como en Marruecos! Espero que disfrutes mucho de cada segundo de este año sabático. Te sigo!
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Disfrutar, eso es lo que hago. Ya sabes que aquí me encuentro a gusto.
Gracias por tu visita.
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«En la claridad del cielo nocturno aparece una estrella negra, un punto de sombra. Punto de sombra y puerta de reposo. Ve más lejos, traspasa la fina trama del cielo protector, descansa». No todo el mundo tiene la valentía de atreverse a ese traspaso que tan bien escribía Paul Bowles en «El cielo protector» (memorable la adaptación al cine realizada por Bernardo Bertolucci). Tú energía vital en este sentido es admirable.
Todo un descubrimiento tu espacio virtual. ¡Ánimo con ese nuevo e ilusionante camino!
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Muchísimas gracias por tu comentario tan hermoso. Soy un gran admirador de Paul Bowles, así que su sola mención ya me llena de alegría.
Un fuerte abrazo.
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Sabah al kihir. Me parece Fascinante tu manera de escribir. me traslada ha ese realismo mágico de nuestro escrito « Gabo ». -felicitaciones y exito. aun cuando deseo primero conocer la tierra de mis ascendientes (Tahurin), me embruja Estambul.
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No dudes en aventurarte hacia donde te lleve el instinto. Muchas gracias por tu visita.
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Hola Alberto. Como te dije, acepto de buen grado ese té.
Me parece fascinante tu «transformación «, tu inmensa cultura y las enormes ganas que tienes de seguir enriqueciendote. Creo que voy a aprender mucho en este rinconcito.
Me alegra mucho que me hayas invitado. Con agrado empiezo s seguirte.
Saludos.
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Gracias Cristina por pasarte por aquí, eres siempre bienvenida.
Igual te has pasado en los halagos…, digamos que soy una persona curiosa.
Un fuerte abrazo.
Alberto
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Bueno, son dos modos de verlo igual de aceptables.
Saludos.
Cristina.
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Claro, cada que escoja el camino en el que se sienta más cómodo.
Un abrazo, Cristina.
Alberto.
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Me encanta como escribes, tomar el te leyendo esto si es vida. 😀
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Es verdad. Es un lujo que me tomo a menudo. Un abrazo.
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Aunque » pocos» todos hemos tenido alguna transformación, la tuya es de destacar y bueno espero acabes tu novela y tenga un considerable éxito. Un saludo Alberto
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Muchas gracias por tus cálidas palabras. Respecto al éxito, es difícil saberlo, pero no dudo de que la novela existirá.
Un saludo.
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Inés me comentó que te votara. por supuesto que te mereces ganar. No tenía que leer tu blog para saber que eres un fenómeno (no crac). ahora he empezado a leerlo. No defraudas.
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Muchas gracias Javi. Lo más importante es que gracias a la nominación, el blog ha llegado a gentes que antes no lo conocían. Ne alegro de que hayas pasado por aquí
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Interesante Alberto. Los cambios nos llevan a nuevos gustos e incertidumbres un saludo cordial j re crivello. Tu nuevo vecino
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Y las incertidumbres hacen que nos replanteemos nuestro camino.
Muchas gracias Juan por pasarte por aquí. Un abrazo.
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Muchas gracias Menchu por el comentario. Tengo pendiente profundizar en la obra de Fatema Mernissi, te agradezco el recordatorio.
Será un placer encontrarnos y tomar un té.
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Chukri me llevó a Tánger la primera vez y luego Fatema Mernissi y otras personas luego que no han dejado de acompañarme en el camino.
Con cada vuelta a España me alegro al saber que volveré.
Ahora, tú también te has unido a esa corriente que me obliga a tener a Marruecos en el corazón.
Quién sabe, hay mucha vida aún. Tal vez en alguna esquina nos encontramos y tomamos ese té sin prisa – que mata- con serenidad y bienestar.
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Hola Alberto,
Aquí estoy tras tu invitación.
Interesante tu transformación. Tu blog, por la forma en que escribes me resulta atractivo. Seguiré visitándote.
Hasta Pronto!
Júlia
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Muchas gracias Julia. Lo mismo digo.
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Buenas, Alberto.
Me alegra que te haya gustado mi blog y me hayas invitado a un té.
Coincido con lo que has vivido; a veces, viajar e irse lejos de casa es la mejor forma de encontrarnos de verdad a nosotros mismos.
Un saludo y nos leemos 🙂
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Muchas gracias por las palabras tan amables.
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¡Hola Alberto!
Tu invitación me ha traído hasta El zoco del escriba y me apresto a tomar un exquisito té contigo, en este hermoso y singular espacio. Enseguida comenzaré a seguirte. Muy interesante tu vida, lo mismo que el lugar donde te encuentras.
Pronto estaré leyendo más y gozando de tus letras y fotografías.
¡Desde Chile, va un gran abrazo para ti!
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