La contemplación de El Hadi Fekrouni

A primera vista, el modelo sentado en el butacón está mirando un cuadro. Se sabe que es un cuadro porque los árboles que observa casi ensimismado están pintados con sumo detalle, como diciéndonos que el arte puede ser más bello que la realidad. Ese hombre que observa con verdadera atención tiene entonces una revelación tan intensa que se diría divina. No puede apartar la mirada de la obra y el impacto que le causa es tan grande que casi llega a ser físico, por eso su sombra se alarga artificiosamente, porque se está transformando y está dejando atrás el hombre que era justo antes de sentarse para contemplar la pintura solitaria que cuelga en el muro azulado de la habitación.

En un segundo vistazo, todo cambia. Lo que está mirando el hombre no es un cuadro sino una ventana abierta que da a una arboleda. Se sabe que es una ventana porque el bosque que observa casi ensimismado se presenta con enorme nitidez, como recordándonos que el arte nunca podrá ser tan bello como la Naturaleza. Ese hombre estaba afanado en su trabajo y se ha tomado un breve descanso para respirar el aire puro y dejarse poseer por la inspiración que le ofrecen las vistas de su cuarto, por eso su sombra se alarga artificiosamente, porque se está transformando y está dejando atrás el hombre que era hace apenas unos minutos.

Sombra alargada artificialmente

Sentados en el café Continental, El Hadi se ríe de mi ocurrencia. ¿Cómo va a ser un cuadro lo que observa? Entonces mira su propia pintura para mirarlo con mis ojos. Ahora le parece que el hombre pretende inspirarse a través del arte y ya no está tomando una pausa para mirar el paisaje.

Intento hacerle entender que sé lo que está pensando: Alguna vez se me acerca alguien y me dice que ha leído algo en mi libro que en realidad yo no he escrito, sino que el propio lector, al cogerlo entre sus manos, interpreta la historia y la hace suya. El lector reescribe así el relato y no es un sujeto pasivo como podría parecer, sino que modifica activamente lo que lee.

El modelo

Eso mismo me acaba de ocurrir, cuando El Hadi me ha enseñado en el móvil su última pintura, la he interpretado de manera diferente a cómo él la ha pintado y he visto un cuadro donde en realidad había una ventana. Gracias a este “error” la obra cobra un nuevo significado, se vuelve más metafórica e incluso cambia la personalidad del hombre que aparece. Ese modelo que El Hadi me confirma que se trata de él mismo, pero que yo ya he decidido que no es más que un ser humano, cualquier hombre, un Mohamed cualquiera en todo caso, que bloqueado durante su creación artística busca apoyarse en el arte ajeno para llegar más lejos.

El Hadi de hecho pasa por una etapa en la que siente que está creciendo y por ahora no piensa en exponer, sino que se encuentra completamente concentrado en pintar sin descanso. Pinto todos los días, me dijo la primera vez que nos vimos. No consigo borrarme esa frase de la cabeza porque de hecho yo NO escribo todos los días. El Hadi tiene un auténtico compromiso con su trabajo artístico.

¿Cuadro o ventana?

Supongo que gracias a su constancia se percibe cómo sus cuadros han pasado de tener un cierto regusto a Bacon, a hombre torturado, a saber más bien a Hopper, a un hombre que observa siendo alguien más reposado, como si estuviera a la espera de que ocurra algo grande. A la espera de que El Hadi logre algo grande, me digo. De hecho, él mismo parece estar más relajado e incluso me resulta más simpático que otras veces. Quien sabe si acaso no ha descubierto la belleza de la vida. El hombre del cuadro aparece de hecho descamisado, como queriendo aferrarse a la vida a pecho descubierto. Es verano y hace calor, nada más, me aclara. Por eso está abierta la ventana de par en par.

El Hadi Fekrouni sueña con viajar a todos los países del mundo, con visitar todos los museos y con observar cada cuadro que exista. Italia, los Uffizi, El nacimiento de Venus. Una mujer desnuda, quizás sea esa la fuente de su recién descubierta felicidad. Enséñame de nuevo el cuadro. ¿Qué ves ahora? Un hombre que observa un paisaje a través de una ventana y que se imagina cómo lo pintará en un cuadro para regalárselo a su amante.

La contemplación en el taller de El Hadi Fekrouni

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4 comentarios sobre “La contemplación de El Hadi Fekrouni

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