"...Al abrir la puerta a las salas calientes, da igual cuál sea tu estado de ánimo o tus preocupaciones, regresas inevitablemente a la casilla de salida. La primera bocanada de vapor te hace bajar el ritmo de tus movimientos e incluso del pensamiento..."
"...La exposición podría emparejar el ritual del baño con el de la escritura. O podríamos darle un aire sacro y customizar la última cena de Viridiana, pero ambientado en un vestuario, eso resultaría impactante..."
"...a todas horas he consultado la bandeja de entrada ansiando encontrarme un adjunto que me moría por leer (y firmar). Su ausencia me ha empujado a diseñar una estrategia infalible que ha de facilitar su llegada: hacerme el encontradizo..."
"...Tantas veces he fantaseado con este momento, pero nunca creí que fuera así..."
"...Todo comenzó por un anciano ciego que me pidió que le contará qué era lo que había visto en el hammam aquella tarde. Me gustó tanto la tarea, que ya no pude parar..."
"...Entre el calor y las vueltas de campana, ya no puedo seguir aclarando a Dani y a Gerardo, que no dejan de cuchichear: ¡Ay, madre!, lo va a matar, a mí eso que no me lo haga..."
"...solo una sonrisa y una inmensa ternura, que solo son capaces de dar las mujeres fuertes, las mujeres que saben cuidar y cuidarse entre ellas..."
"...Querido/querida autor/autora, hemos leído su manuscrito/manuscrita. Lamentablemente… bla, bla, bla, eso no le quita valor artístico… bla, bla, bla, gracias por confiar en nuestra editorial… bla, bla, bla, no olvide pasar por la tienda de regalos..."
"...Llenaba las bodegas de víveres para alimentar mi alma durante las cinco semanas de travesía, temiendo que la marcha fuera definitiva..."
El zoco del escriba, de Alberto Mertah 
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