Consume, produce, sonríe, duerme. Eres libre de dejarlo cuando quieras. Produce, sonríe, consume, duerme. Querrás ser aceptado por el grupo. Produce, duerme. Quédate con nosotros, haz como todos, no encontrarás un sitio mejor que este. Sonríe, produce, consume, duerme. Los ojos te observan, tan solo por tu seguridad, nadie te está vigilando. Sonríe, sonríe, duerme. No tengas miedo, no son más que máquinas, perfectamente engrasadas para que funcionen de manera óptima, no hay desperdicio posible. Su sonido terminará siendo como una delicada melodía. Consume, duerme. Pronto te acostumbrarás a este ritmo y al final lo seguirás sin apenas esfuerzo. Consume, produce, sonríe, duerme. Tienes absoluta libertad para abandonarlo, pero te advierto de que si lo haces, todos te dejarán de lado, no serás más que un animal, salvaje, sin educación, poseído por hambrienta ferocidad, condenado a huir del peligro, a defenderte con violencia, te verás despojado de tus ropas de abrigo y condenado a sobrevivir en la selva, sometido a las inclemencias, expuesto a la violencia de la Naturaleza, ni siquiera recordarás cuando formabas parte de nosotros. Sonríe, duerme.

Ya lo has conseguido, te has salido de la cadena de producción y descubres tu torso para sentir el aire puro que inunda tus pulmones, pero es ahora cuando te das cuenta de que la libertad es costosa. Aún sigues atado, de pies y manos, a la sociedad, a las convenciones, a la familia, a la religión. Has crecido aquí y tu alma se encuentra atrapada por nuestras reglas. No es tan sencillo llegar a ser un espíritu libre. ¿Acaso no crees que vendrá tu madre a buscarte? Querrá que vuelvas y utilizará todas las armas a su alcance, camufladas tras el amor materno. Te pedirá que vayas a rezar como hacen los demás, querrá que te cases con una musulmana, soñará que tengas un vrai métier, ingénieur ou docteur, porque la danza, ¿de verdad crees que es un trabajo? Al oír esas palabras, un resorte se activará en tu estómago, querrás volver a moverte al ritmo de la música que suena en tu cabeza. Sabes que eso calmará tu ansia, que te ayudará a descubrir la belleza del mundo, la que tantas veces te ha fascinado, y a pensar que merece la pena seguir girando, abriendo los brazos para sentirte de nuevo liberado. Seguirás danzando mientras suene la música y cuando por fin callen los instrumentos y nos invada el silencio, seguirás bailando porque atesoras el ritmo en tu pecho.

Bouziane es el único bailarín de Réversible, coreografiado por él mismo. Tras el baile, charlamos y puedo contrastar sus ideas con mis sensaciones. Se ha apoyado en su propio recorrido vital para expresarse. Danza inspirada en su experiencia y me alegra saber que su forma de crear se asemeja a la mía, empeñados en desgranar nuestras propias vidas. Creció en Francia, pero ha vuelto cada año a la Argelia de sus orígenes, donde ha convivido con la guerra civil, la violencia sexual, las contradicciones religiosas y los jóvenes que buscan su propia identidad, como él mismo ha hecho. Su baile pivota sobre toda esa violencia. Como la que inunda el mundo de hoy en día, donde la religión se encarga a menudo de añadir aún más conflictos, de señalar tabúes sexuales y rechazos que fuerzan la clandestinidad. De todo eso ha querido liberarse. Ha dejado de ser musulmán, a pesar del dolor que eso ha causado a su piadosa madre, aunque cree que el islam sigue siendo un espacio de libertad y no la prisión que algunos extremistas quieren hacernos creer.
Lamenta que la danza se vea como un espectáculo para distraer, empequeñecida en simple entretenimiento. Bouziane la compara con el trabajo de los filósofos, encargados de hacer crecer al ser humano. Equipara su profesión con la de escritores, poetas, músicos y pintores, todos ellos (nosotros), encargados de remover la conciencia del espectador y siente que el baile incluye la ingeniería en su movimiento y la medicina sanadora en la emoción que expresa. Como bailarín y coreógrafo, su trabajo consiste en transmitir un mensaje de libertad, de lucha contra las desigualdades y de esperanza a los jóvenes. Para Bouziane la danza es la forma más bella de compartir en un mundo que nos empuja hacia el individualismo y permanece como espacio de intercambio y lucha contra la fatalidad.

Su espectáculo es bello, violento, curativo y liberador, un oasis en este Marruecos desinteresado por el arte.
Bouziane Bouteldja es bailarín y coreógrafo. Ha creado, entre otros, el espectáculo “Réversible”, deslumbrante arranque de las actividades culturales del Institut Français de Kenitra del otoño de 2017
La vida es para vivirla y seguir tus impulsos como hace Bouziane Bouteldja. La dificultad para hacerlo en su vida seguro que ha hecho más intenso su coreografía y su expresión. Bien por él. Y bien por los valientes.
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Que bonito. Gracias por tus palabras. Te habría encantado el espectáculo.
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Bouziane!!No dejes nunca de bailar….ni tú de escribir Alberto.!!!..Expresas,transmites y llegas.
Fabulosa entrada!!Enhorabuena!!
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Muchas gracias por el comentario. Le transmitiré tus ánimos al bailarín.
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Preciosa entrada. Estoy totalmente de acuerdo en que la danza es como la filosofía que ayuda a crecer al ser humano y le conecta con lo divino.
Muchas gracias.
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Se lo haré saber a Bouziane, seguro que le gustan tus palabras. Un abrazo.
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Me ha encantado. Tus palabras han sido tan liberadoras como lo es la danza.
Un abrazo.
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Tus palabras me llenan de alegría. En este caso la danza ha sido inspiradora, además de liberadora. Gracias por pasar a comentar por el blog. Un abrazo.
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Tan interesante como reivindicativo. ¡Ojalá reconozcan el esfuerzo que conlleva su forma de expresarse y sea tratado con todos los honeres que merecen los grandes artistas!
Salam Aleikum
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Comparto al cien por cien ty opinión. Un abrazo fran.
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❤
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Muchas gracias Marina.
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