Reseña en Zenda: Los jardines del presidente

A comienzos de año tuve la fortuna de descubrir Separata Árabe, un club de lectura dedicado a la literatura árabe contemporánea. Hace tiempo que quería abrir mis miras más allá de Marruecos, así que me apunté al club sin dudarlo. La intención de sus creadoras es leer y debatir sobre un libro cada mes, viajando de unas épocas a otras y saltando por distintos lugares para ir definiendo nuestro mapa mental de las distintas regiones. Acabamos de leer Mujer en punto cero de Nawal El Saadawi, que murió los dos días después de nuestra charla. Y el mes anterior Nuestras riquezas, de Khaoutar Adimi, despertó mi interés por Argelia, país del que apenas sabía nada a pesar de la cercanía. Cada libro se complementa con un gran número de vídeos y lecturas propuestas por distintos integrantes del club en su página de facebook. Todos los libros suponen un viaje, pero será difícil superar lo que nos ocurrió en enero. Leímos (y vivimos) Los jardines del presidente, de Muhsin Al- Ramli, autor iraquí afincado (exiliado) en Madrid, y el propio escritor nos acompañó durante las charlas que tuvimos acerca de su novela.

A partir de aquella lectura y de esos encuentros he escrito una reseña que ha sido publicada en Zenda Libros. Os invito a leerla y, sobre todo, a descubrir este magnífico libro y a su autor. Gracias a lo accesible que es Muhsin, compartimos café y charla en mi última visita a Madrid. Quizás porque hace tiempo que le sigo en redes sociales o porque tenemos cosas en común, fue como encontrarse con un viejo amigo. De hecho, después de estar charlando y riendo durante un buen rato, me sorprendió que hubieran pasado más de tres horas sin mirar el reloj. Hablamos de todo un poco, de Machado, del hatta, de las mujeres, de Marruecos, de los editores, de aprender otro idioma, de Faulkner, de su hermano y de la piedra rosetta. He tomado nota mental de cuanto me dijo esa mañana y me gustaría compartir con vosotros al menos una cosa. Dice Muhsin Al-Ramli que “con la literatura es muy difícil ganar dinero, pero muy fácil ganar amigos”, así que finalmente he comprendido por qué me siento tan cómodo dentro del mundillo literario.

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