
«Literafricas» es un espacio acogedor al que acudo con frecuencia. Se trata de un fabuloso blog sobre literatura africana y siempre me abre puertas a países y autores que aún no conozco. Es sin duda uno de mis sitios favoritos de la blogosfera. Para mi alegría, su conductora, Sonia Fernández, me invitó hace algunas semanas a colaborar en él escribiendo sobre algún autor relevante de Marruecos que todavía no hubiera hecho aparición. Después de meditarlo y hablarlo con esos amigos marroquíes que saben más que yo, me decidí por Dris Chraibi. La lectura de su libro «Los chivos» me había impresionado e inspirado una entrada dedicada a los inmigrantes ilegales en Europa. Tengo por regla no leer dos libros del mismo autor en menos de un año, pero este propuesta me ha empujado a zambullirme en su primera obra, «El pasado simple», que me ha fascinado. Ha querido la casualidad que cayera además en mis manos «Une vie sans concessions», un libro de entrevistas que Dris Chraibi concedió a Abdeslam Kadiri, y que me ha ayudado a completar en artículo con sus propios testimonios.

Os invito a que leáis en articulo titulado «Dris Chraibi, una coz perturbadora a la sociedad marroqui» del que os dejo un breve extracto.
«Su primera novela El pasado simple (Ediciones del oriente y del mediterráneo, 1994), cuenta la historia de Dris Ferdi, un joven marroquí burgués que se enfrenta a su padre, “el Señor”, antes de abandonar el hogar para instalarse en Francia. El autor defendía que no se trataba de una autobiografía, a pesar de las similitudes con su recorrido personal. En cualquier caso, al hablar del protagonista confesaba que “su desesperación era la mía”. El libro es en esencia una revuelta contra la autoridad paterna. “¿Mi señor padre? […] En lo que a mí concierne, no ha cambiado: nervios de acero, autoridad de acero y expresión de acero.” Schraibi es consciente de su actitud agresiva y perturbadora: “¿Yo?…Un borrico […] sobre el que desde hace diecinueve años mi padre ha estado sentado a horcajadas. En consecuencia, ruego acepten mi coz.”[3] Pero El pasado simple también es una crítica sin tapujos a todos los estratos de la sociedad marroquí, incluidos el idioma, la tradición y la religión de su propio país. Chraibi sentía que debía destruir la imagen impuesta por el padre antes de buscar sus verdaderas raíces..»
«El pasado simple» y «Los Chivos» están editados en castellano por Ediciones del oriente y del mediterráneo.
El norte africano está más completo y mejor narrado en mi blog desde que publiqué tu colaboración. Muchas gracias, ya sabes cuánto aprecio estas cosas. Un abrazo. Sonia
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El parte ha sido mío. Ahora tenemos pendiente el compartir un café (o un té con hierbabuena)
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